El castillo hinchable de Caldes de Malavella (Girona) que el domingo salió disparado por accidente y que ha provocado la muerte de una niña de 6 años carecía de los permisos del Ayuntamiento que exige el Reglamento de Espectáculos públicos y actividades recreativas de la Generalitat. Así lo han confirmado el alcalde del municipio, Salvador Balliu, y el conseller d’Interior, Jordi Jané, un día después del suceso por el que todavía permanecen ingresados cinco niños de entre 3 y 11 años. Entre ellos constan dos niños heridos de gravedad, de 6 y 9 años, y que ya se encuentran estables en la UCI pediátrica de los hospitales Parc Taulí de Sabadell (Barcelona) y en el Josep Trueta de Girona.
El alcalde de Caldes ha explicado este lunes que «tras revisar personalmente todas las solicitudes para este tipo de instalaciones no he encontrado la del restaurante», por lo que da por hecho que «no se han tramitado los dos requisitos que el Consistorio exige para ello». Según marca la normativa, el restaurante Mas Oller debía contar con un certificado emitido por un técnico que avale que la atracción es segura, y la notificación de la implantación de la misma en el restaurante.
En paralelo, los Mossos d’Esquadra siguen investigando las causas del accidente sin que por el momento haya una hipótesis definitiva. Los agentes de la Policía Científica se decantan, en todo caso, por descartar la explosión de la atracción y se centran en su posible mal anclaje al suelo o el fallo de una de las válvulas por donde se inyecta aire desde un compresor. El caso está en manos del Juzgado de Guardia de Santa Coloma de Farners (Girona).
El alcalde de Caldes ha comunicado que el Ayuntamiento ha decidido convocar dos días de duelo y un minuto de silencio a las 7 de la tarde para lamentar la tragedia ocurrida ayer y expresar el pésame a la familia de la niña fallecida. «El pueblo está muy afectado», ha añadido el alcalde.
Jaume Matas, dueño del restaurante, explicó el domingo a este diario que la atracción era nueva y que tan solo hacía dos meses que la utilizaban, únicamente los fines de semana, cuando el restaurante registra mayor presencia de familias con niños.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) hizo hincapié este lunes en la necesidad de que las atracciones de castillos hinchables cuenten con «vigilancia permanente» y detalló en una nota que «en todo momento debe haber al menos dos monitores supervisando la atracción».
La OCU indicó que este tipo de atracciones «aunque en apariencia sean un lugar seguro para que los niños jueguen, deben reunir una serie de requisitos mínimos para garantizar la seguridad de los usuarios».
«Este tipo de atracciones necesita vigilancia permanente», manifestó la OCU, que explicó que «en todo momento debe haber al menos dos monitores supervisando la atracción» y señaló la necesidad de que las atracciones estén bien ancladas, «con anclajes planos y que no sobresalgan», aunque en el caso de que este anclaje no fuera posible, «deben usarse sacos de arena»
El matrimonio propietario del restaurante de Caldes de Malavella donde se produjo el accidente de un castillo hinchable en el que murió una menor y otros seis resultaron heridos han sido acusados de homicidio por imprudencia.
La acusación formal es la de un delito de homicidio y seis de lesiones por imprudencia, según han conocido los dos investigados, que se han presentado a declarar después de haberlo hecho el marido en calidad de testigo.
Los agentes les han preguntado principalmente sobre los anclajes del castillo hinchable, que salió volando cuando los niños se encontraban encima, y, ahora, se está pendiente del informe pericial a la espera de que se entregue el atestado en el juzgado de Santa Coloma de Farners.
El abogado de los acusados ha explicado que sus defendidos han insistido en su declaración en que se trataba de la segunda estructura de este tipo que se instalaba en el restaurante y que nunca pensaron en la posibilidad de un accidente. El matrimonio cuenta con dos pólizas de seguro del local y que «una se hizo específicamente para asegurar las actividades de la terraza» donde se ubicaba el castillo.
El abogado está convencido de que se trata de un «accidente», aunque puede haber «una responsabilidad civil y se hará frente a ella, para eso hay seguros», pero ha reiterado que no ve la imprudencia grave, «más allá de que obviamente habrá que esperar al resultado de los informes técnicos, que son lo más importante».
Fuente: Preventionworld